La creación del Instituto Español de Baubiologie fue una decisión meditada y estudiada para lanzar una iniciativa con una base sólida. Si los inicios siempre cuestan, también requiere esfuerzo mantener una estructura como la del IEB, teniendo en cuenta que trabaja de forma independiente, al igual que el Instituto Alemán sobre el que se apoya.

Sin embargo, creer firmemente en el trabajo que se realiza y cuyos principios coinciden con la filosofía de vida ha hecho seguir adelante a quienes fundaron de este Instituto de formación, que no tienen duda de que la bioconstrucción y la divulgación desde el IEB tienen mucho futuro. “Llevamos años investigando y estudiando mejoras para la construcción de espacios habitables y aunque no es tarea fácil por las muchas iniciativas engañosas llamadas “bio”, nuestro gran reto es mantener firmemente las 25 pautas de bioconstrucción, afirma Alfred Zirkel.

Y es que todo el equipo del IEB coincide en que el futuro pasa por realizar cambios hacia una vivienda saludable en todos los aspectos, tomando la naturaleza como referencia. Los pasos dados hasta ahora por el IEB han llevado su tiempo pero aportan unos cimientos estables para asegurar el futuro en este tipo de educación. “Las evidencias palpables del cambio climático nos llevan a un cambio profundo de ver y experimentar el mundo y los temas holísticos de la Biología del Hábitat serán el foco de atención para la sociedad e incluso las grandes corporación y entre la clase gubernamental”, añade la presidenta Petra Jebens-Zirkel.

En estos doce años, son muchas las personas concienciadas con una forma de construir sostenible pero serán muchas más las que se unan. “Somos ya un grupo amplio de gente que queremos formar redes activas dedicadas a empujar el cambio necesario. Creo que el futuro es formar un lobby de culturas regenerativas donde estén implicadas las administraciones, universidades y la sociedad en general”, concluye Jebens-Zirkel

Mejorar la calidad de los espacios que habitamos es dar más vida a las personas y a la tierra con un uso consciente de los materiales naturales. Es construir para el mañana ante otros modelos económicos actuales que no resultan sostenibles a medio plazo. Es la reflexión que hace Miguel Martínez de Morentin, tutor del Máster en Bioconstrución. “Quizá la crisis energética que parece llegar nos vaya devolviendo al uso de materiales y sistemas locales de toda la vida siguiendo la lógica de la bioconstrucción. Por ello la formación de profesionales va a tener mayor importancia en el futuro y creo que el IEB se reforzará como referente en formación y profesionalidad, sobre todo en Latinoamérica que se presenta como un espacio cultural emergente en sensibilidad ambiental y social”.

Para la mayoría del equipo docente del IEB creen en que “sin bioconstrucción, no hay futuro” y desean que no sea necesario el uso del prefijo “bio” porque “debería convertirse en el modo de construir hegemónico. Así lo ve el profesor Inhar Agirrezabal aunque entiende que “las lógicas de mercado intentarán operar y el IEB deberá seguir creciendo para mantener su labor pionera”. También el arquitecto técnico y divulgador especializado, Andrés Martínez, es realista: “Vamos a ver grandes cambios en los próximos años y creo que mantener clara la visión, día a día, es la mejor forma de asegurar que el IEB evolucione en la dirección adecuada”.

Sonia Hernández-Montaño y Núria Valldeneu ven el futuro de la bioconstrucción “ampliado, conquistando terrenos donde ahora no se entiende ese concepto” y sobre todo que este conocimiento se integre en los estudios académicos y prácticos de los futuros profesionales.

El equipo docente del IEB cree firmemente en los objetivos de éste y tiene esperanza en que la tendencia en general va hacia el respeto por la salud de las personas y el medio natural. “Somos cada vez más sensibles y conscientes de construir para adaptarnos al entorno natural”, dice Maria Neus Bertrán. También Paula Sanz, quien lleva desde los inicios del IEB, ve claramente como “la Bioconstrucción es el futuro ante un cambio a nivel global con el IEB como referente formativo haciendo llegar a más gente sus valores actuales.”

Para quien gestiona el IEB, Eva Muñoz, es imprescindible que las pautas de la Bioconstrucción sean asumidas por iniciativas de la administración como “ejemplo del buen hacer en sus proyectos”. “Me gustaría que el IEB siguiera siendo la referencia académica estatal en formación sobre Biología del hábitat, expandiendo su comunidad y tejiendo redes y alianzas con aquellas otras iniciativas que comparten principios y valores vinculados a la ecología, la economía solidaria y el cuidado de las personas.”

¡A por otros muchos años más!

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