“Es una característica del alma humana expandirse y desatarse en todas direcciones. La manera de desatarse, la manera en que ella desea expandir su ser en el cosmos tiene como resultado la forma arquitectónica”.
Rudolf Steiner
Agotzenea, un lugar norteño muy especial dentro de la naturaleza navarra, que representa encuentro, evaluación, formación, camaradería, exploración y crecimiento mutuo fraternal entre alumnado y profesorado. Sentido como un espacio pensado, diseñado y construido con medidas de geometría natural y una clara filosofía constructiva en Bioconstrucción. Además de una chef navarro-aragonesa a la medida del evento y una asistencia atenta de sinergias entre profesorado, tutoras y estudiantes sin igual que derrochaba alegría, conocimiento y un profundo deseo de compartir saberes.
Esos días viernes 28, sábado 29 y domingo 30 de noviembre aconteció un mágico y sapiente encuentro de las dos ediciones 30 y 31 del Máster en Bioconstrucción IEB- IBN.

Un evento ameno, inspirador, solidario en conocimientos a compartir, con una abierta espontaneidad y una organización disciplinada pero flexible. En ella estuvieron 17 estudiantes del Máster IEB, de distintas nacionalidades: España, Estonia, Brasil, República Dominicana, Argentina, Italia y Venezuela. Además de dos excelentes tutoras catalanas, las profesoras arquitectas Sonia Hernández Montaño Bou y María Neus Bertrán conjuntamente acompañados por la presidenta del IEB, arquitecta y profesora Silvia De Santos y el organizador, profesor y arquitecto Miguel Martínez de Morentin.

Fue un encuentro de crecimiento personal y común, donde el enriquecimiento de conocimientos de Bioconstrucción era sincronizado, rico en perspectivas con una mirada optimista hacia el futuro de la Bioconstrucción.
La organización fue muy coordinada en tiempos, espacios y modos desde el mismo momento de la llegada hasta la última visita.

Desde su inicio con la evaluación de las dos ediciones, la número 30 con su examen final y la número 31 con su primera evaluación, pasando por los seminarios y la presentación del Centro de Agotzenea con uno de sus fundadores y coordinador, como también las visitas de ejemplos a los lugares terminados o en proceso de bioconstrucción.

Los lugares visitados, todos ellos en Navarra, fueron;
- HIRIBERRI – ARAKIL. Fue una visita a una vivienda construida en pasiva y bioconstrucción. Terminada hace varios años por la arquitecta Itziar Iriarte egresada de la edición número 10 del máster y su esposo Pedro, también arquitecto. Casa muy acogedora y llena de luz y comodidad.

- La segunda visita fue en ATONDO (OLLAIBAR), a una vivienda en construcción mixta (paja y madera), de novedades en el uso de biconstrucción. Donde conocimos al bioconstructor Dani Landibar, que fue estudiante de la 17 edición del máster, conocedor y estudiante de las construcciones bio andinas de Latinoamérica,

- Y finalmente la última visita que fue en IRATXETA (ORBAIBAR). Una visita muy interesante, en un pueblo del siglo XII, en el que las rocas prevalecían en su entorno natural y no natural, donde conocimos la construcción en pleno movimiento de un centro de yoga en bio-construcción. Dirigida y diseñada por uno de los arquitectos iniciadores en Euskalherria del movimiento en bioconstrucción Iñaki Urkia, que sin duda alguna nos recuerda a los maestros constructores antiguos místicos de las épocas de las catedrales, con su jovial sonrisa y sabiduría al explicar los detalles de la construcción del centro.

Por último, nos despedimos todos sin dejar de añorar los tres días con sus momentos de alegría, aprendizaje, fraternidad y esperanza que se puede construir un futuro basado en la bioconstrucción y sus saberes filiales, en mejora de la calidad de la vida humana conjuntamente ergonomizando con los entornos naturales.
Cabe resaltar una frase de la arquitecta zaragozana Macarena: “La bioconstrucción tiene rostro femenino”, ya que eran la mayoría evidente. Pero no podemos dejar a un lado que también existe un sincrodestino de ambos géneros en la construcción de un mundo mejor y con más calidad de vida.
Javier A. Hernández Díaz, alumno de la 30ª edición del Máster en Bioconstrucción IEB-IBN.