Un año más, y con este ya van 13, hemos celebrado el Encuentro de alumnado IEB, aglutinando al actual alumnado del Máster IEB con exalumnado de ediciones anteriores que ya ha obtenido el título de Máster en Bioconstrucción.
Tras varios años compartiendo espacio con la feria en bioconstrucción Firhàbitat, este año volvemos a los encuentros nómadas anteriores a la pandemia. La localidad costera de Zarautz ha sido la anfitriona, regalándonos el sosiego del mar y el modelo de su planteamiento urbano. Y es que la temática de esta edición del Encuentro versaba sobre eso mismo; Bioconstrucción y Espacio Urbano.
Las ponencias y talleres han estado a cargo de profesionales del urbanismo que ejercen su profesión en el mismo territorio de acogida. Nos han confirmado que todos esos conceptos que difundimos desde el Máster en Bioconstrucción IEB van materializándose en la práctica estos últimos años.
- Eneko Madrazo y Maddi Garmendia mostraron cómo los llamados SUDS (Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible) son cada vez más una realidad en el tratamiento del suelo y la conformación del espacio urbano, reequilibrando los ciclos urbanos del agua y mucho más (riesgos de inundación, calidad del suelo, biodiversidad…). Ha generado un gran debate entre las personas asistentes. Los sistemas que estamos implementando, ¿son suficientes ante los retos urbanos que se nos plantean?
- Patxi Galarraga, de Proiekta Urbes, planteó el urbanismo y sus políticas desde una perspectiva social mostrando la enorme incidencia del espacio urbano en la vida cotidiana de las personas que lo habitan. Patxi ha realizado, con un gran sentido del humor, un gran crítica del urbanismo respecto a múltiples aspectos sociales. Propone el espacio público como compensador de desigualdades en el espacio privado. La sesión ha abierto miradas desconocidas del urbanismo a muchas personas asistentes al seminario.
- Iñigo Azkarate, arquitecto y profesor de la EHU/UPV, desarrolló el tema de la vegetación en el ámbito urbano en relación al confort térmico, hoy más importante que nunca.
- Paola Sangalli, bióloga y paisajista, desde una escala territorial e incluyendo una demostración práctica a escala, mostró que la bioingeniería es una realidad para frenar la erosión y renaturalizar los cauces, desde una sensibilidad ambiental muy alejada de la cultura del hormigón.
No sólo hablamos de urbanismo desde la mirada de la biología del hábitat, sino que también consideramos el ámbito de las edificaciones que conforman es espacio habitado; Ekaitz Uribe de Oreka Arkitektura, gran referente de la bioconstrucción en Euskadi, nos compartió ejemplos de bioconstrucción con sus retos y responsabilidades.
Y no faltaron las tradicionales presentaciones de Trabajos Fin de Máster en Bioconstrucción, de la mano de José Eusebio Mínguez y Esteban Pardo, de las ediciones 26ª y 27ª respectivamente.
Como desde la biología del hábitat creemos en lo local y además esto va de espacio urbano, aprovechamos para conocer e integrarnos en Zarautz, desarrollando las actividades en el Centro Cívico del barrio de Vista Alegre, cenando en una típica sociedad gastronómica con txakoli, disfrutando de un pequeño aperitivo en la plaza de la Munoa, junto a la playa, visitando varias obras de rehabilitación en el pueblo e incluso con una sesión de chi-kung en el Torreón al amanecer.
Como siempre, nos llevamos a casa un chute de motivación y de ganas de seguir luchando para hacer realidad la biología del hábitat, los lazos humanos establecidos con personas antes desconocidas y la sensación de que los encuentros presenciales no pueden ser sustituidos por videochat o webinar on line. Así que volveremos a bio-encontrarnos…