El actual alumnado del Máster IEB se reunió para celebrar el Seminario de Evaluación en el centro Eco-Educativo Agotzenea (Navarra), los pasados días 25 y 26 de noviembre. Una treintena de personas, algunas de ellas llegadas desde Latinoamérica, realizaron sus correspondientes exámenes y aprovecharon su estancia en este edificio construido con criterios de bioconstrucción para analizar sus materiales y técnicas constructivas. Este proyecto autosuficiente, situado a 20 kilómetros de Pamplona, genera su propia energía, almacena y reaprovecha las aguas pluviales y depura sus aguas grises.

La cita en Agotzenea favorece el aprendizaje al tratarse de un ejemplo bioclimático, construido con materiales naturales como la tierra, la paja y el cáñamo, entre otros, cubierta verde, estufas de inercia y una propia gestión del agua… Un conjunto que da como resultado un edificio de muy bajo consumo energético y con un impacto ambiental mínimo e integrado en el entorno. La visita guiada a cargo de Urtzi Arrieta, promotor del proyecto junto con Ander Magallón, fue una de las actividades que más interés suscitó entre el alumnado y de la que salieron muchas preguntas sobre los procesos de obra en diversas partes del edificio.

 

En esta ocasión, el seminario estaba dirigido a las ediciones 25 y 26 cuyo alumnado compartió impresiones sobre la formación y posibles temas del Trabajo Fin de Máster (TFM) con sus correspondientes tutoras, eligiendo espacios al aire libre para hacer más distendida esta parte del programa. También hubo una buena respuesta ante la temática de los talleres programados sobre «tóxicos alteradores hormonales en edificación», «materiales de bioconstrucción» y «detalles constructivos».

Además de la teoría, se pudo experimentar la sensación de pasar dos días enteros dentro de un edificio construido con balas de paja, puesto que, la mayor parte del alumnado se alojó en las habitaciones disponibles, sintiendo la calidad y el confort de su construcción en pleno invierno. “La posibilidad de ver y tocar los materiales reafirma los conocimientos adquiridos en la parte teórica y te ayuda a entender el conjunto”, manifestó Sonia Hernández Montaño, tutora de la última edición del máster IEB.

La novedad de este seminario fue la iniciativa del propio alumnado que organizó más visitas a construcciones cercanas, alargando un día más el seminario. Concretamente, conocieron las construcciones experimentales realizadas en Bigotzari y las recientes cabañas en árboles de Orbaizeta, proyectadas por el arquitecto Iñaki Urkía.

 

La cocinera Sila Pano, de Silavegan, se encargó de preparar un menú basado en cocina macrobiótica, con deliciosas y sanas recetas a base de ingredientes de temporada. De esta manera, el grupo participante comprobó que el objetivo de la alimentación, según las palabras de la experta, es “nutrirse y adquirir energía con sabores suaves y naturales”.

El buen ambiente vivido durante todo el seminario confirma la importancia de reunirse presencialmente con diferentes ediciones. Estos encuentros ayudan a renovar la ilusión y la motivación por la biología del hábitat y a compartir conocimientos e ideas. “El trabajo en grupo enriquece las posibilidades que ofrece la bioconstrucción, ya que ésta no tiene una única forma de ver las cosas”, manifestó Hernández Montaño.

Desde Agotzenea se abrieron nuevos caminos por explorar y recorrer para abordar a partir de ahora en la vida y en las tareas profesionales. “El máster agrupa a diferentes personas que tienen una misma visión de la vida y de la construcción y como en todos los encuentros salimos con las energías renovadas y muy satisfechos”, concluyó la tutora.

 

 

 

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