Una visión desde el IEB sobre el encaje del 5G y el Internet de las Cosas (IoT)
Entre los fines del Instituto Español de Baubiologie no sólo está la formación de profesionales en Biología del Hábitat, la difusión de sus valores y posibilidades al público general o el asesoramiento y referencia técnica, sino también la de ejercer una participación activa en la sociedad y en aquellas iniciativas en las que la aportación del conocimiento de la Baubiologie pueda redundar en mayores niveles de salud para la ciudadanía y para el medio ambiente.
Frente a la actual situación de implantación de una nueva generación de telecomunicaciones (5G) y en el preocupante contexto de pérdida de salud colectiva como consecuencia de la pandemia del COVID-19, el IEB está llevando a cabo una reflexión y valoración global en torno a la planificación prevista para esta nueva tecnología (recogida en Plan Nacional 5G) en cuanto a sus repercusiones en el Hábitat de las personas.
Contaminación electromagnética
La contaminación electromagnética es hoy en día uno de los principales factores de riesgo para la salud en el espacio edificado, lo cual tiene especial relevancia en los lugares de descanso y regeneración que deben ser los hogares. Desde la implementación de la tecnología 3G, con la incorporación generalizada de conexión a internet inalámbrico, hemos podido comprobar un incremento de la intensidad de radiación generalizado.
Particularmente en tiempos de pandemia y de confinamiento en el hogar, los factores ambientales que puedan incidir en el sistema inmunitario (Informe Bioinitiative) deberían ser controlados y la calidad ambiental de los hogares, garantizada; más aún para la población infantil.
Dado que no concebimos el hábitat humano sin su vinculación con la Tierra, vemos con particular preocupación que las afecciones medioambientales de todas estas tecnologías inalámbricas van a ser aceleradas con la implantación de la red 5G: desequilibrio climático, agotamiento de recursos energéticos, contaminación electromagnética de la totalidad de la superficie terrestre y, en definitiva, la puesta en peligro de servicios ecosistémicos imprescindibles para la Vida.
Internet de las Cosas (IoT)
El Internet de las Cosas (IoT) tendría su pleno desarrollo con la infraestructura 5G y es en sí mismo otro concepto contrario a la salud y sostenibilidad que merece atención y reflexión. Su desarrollo supondría llenar los hogares de cientos de electrodomésticos, utensilios diversos y “cosas” de recepción o emisión de radiofrecuencias y que alimentan a la “nube” o el “Big Data” con los datos generados por las personas a las que sirven.
Esto no sólo supone un riesgo para la salud humana y la seguridad de redes, protección de datos o de usuarios/as, sino que sus secuelas psicológicas, sociales e incluso políticas podrían ser de gran calado por la posible pérdida de privacidad.
Necesidad de participación ciudadana
Por ello, compartimos las conclusiones recogidas en el informe del Defensor del Pueblo (Expte 18011666-21/8/2019) en referencia a la obligación legal de someter el Plan a una evaluación ambiental estratégica con participación ciudadana, crear la Comisión Interministerial sobre Radiofrecuencia y Salud y valorar los usos tanto de las frecuencias actuales como de las bandas de frecuencias futuras para determinar límites seguros de exposición a emisiones radioeléctricas, además de una actualización de las tecnologías existentes, particularmente la 3G y 4G, al Principio de Precaución y los principios Alara y Alata de la Resolución 1815 de la Comisión Europea.
Como ya han establecido administraciones de países como Bruselas, Suiza o Eslovenia, la investigación científica de sus afecciones en la salud previa a la implantación de la red 5G (la llamada Moratoria) parece ser el instrumento lógico y necesario para aplicar el Principio de Precaución y así evitar una posible afección sanitaria a gran escala.
Invitamos a toda la sociedad, en particular a la clase política y medios de comunicación, a realizar una reflexión profunda, madura y serena sobre este devenir de las tecnologías inalámbricas de la mano de los planes 5G e IoT, sobre sus ventajas e inconvenientes, repercusiones y consecuencias multifactoriales.
Desde el IEB, aportamos nuestro “granito de arena” para crear entornos habitados libres de contaminación electromagnética y de Internet de las Cosas (IoT), donde se pueda experimentar plenamente la Biología del Hábitat.