El texto de este post es una traducción del escrito de Uwe M. Venner, Especialista en Bioconstrucción IBN y de las aportaciones de Winfried Schneider y el equipo del Institut für Baubiologie + Nachhaltigkeit IBN.

El tema dominante de las noticias en este momento es la «pandemia del coronavirus».

Si esta crisis nos está enseñando algo es que una constitución física fortalecida es la mejor protección contra las graves consecuencias de una infección.

Porque hasta ahora, casi sin excepción, son las personas mayores y ancianas con afecciones preexistentes las que sufren el brote de la infección que pone en peligro su vida, mientras que las personas más jóvenes y sanas a menudo ni siquiera se dan cuenta de que son portadoras del virus.

Entonces, ¿cómo se puede utilizar este conocimiento en relación con el tema de «construir y habitar»?

La bioconstrucción o biología del hábitat ofrece respuestas y soluciones.

La bioconstrucción se ocupa, entre otras cosas, de los efectos del entorno edificado en el ser humano y la naturaleza.

Un principio esencial de la bioconstrucción es que se persigue cualquier reducción del riesgo: prevenir es mejor que curar.

Considerando que la humanidad en la sociedad “moderna” pasa más del 90 % de su tiempo en espacios cerrados y una gran parte de éste en sus hogares, debería quedar claro de inmediato que una reducción de los factores de estrés que encontremos en nuestro hogar (y especialmente en el lugar donde dormimos) lleva consigo una contribución significativa a que este barril no se desborde.

Algunas medidas esenciales recomendadas de manera resumida:

Materiales de construcción:

  • Tan naturales como sea posible, tan libre de aditivos químicos como sea posible.
  • Selecciona propiedades de compensación de la humedad (materiales aislantes naturales, superficies de madera, yeso, arcilla, pinturas de silicato, suelos de madera aceitados, entre otros).

Las edificaciones:

  • Sin humedad de obra nueva.
  • Relación equilibrada entre aislamiento térmico y almacenamiento de calor.
  • Buena protección contra el frío y el calor.

Ambiente interior:

  • Garantiza un intercambio mínimo de aire limpio durante las 24 horas del día.
  • Evita el moho nocivo y la contaminación microbiana.
  • Limpia regularmente los conductos de ventilación, evita la humedad de obra nueva de forma consecuente) .

Tecnología:

  • Protección contra la contaminación electromagnética (electrosmog) por medio de cables apantallados y apantallamientos de altas frecuencias.
  • Evita el infrasonido.
  • Garantiza una calidad óptima de agua potable (incluyendo el contrato de mantenimiento para los depósitos de agua caliente).
  • Opta por calor radiante para la calefacción (por ejemplo, calefacción por suelo radiante de baja temperatura).
  • Crea condiciones de iluminación natural y usa lámparas sin parpadeos.

Otros:

  • Lavabos y lavamanos sin rebosadero se convierten en «criaderos de moho».
  • Limpia la bandeja de condensados del refrigerador regularmente y llénala con ácido acético o vinagre de limpieza para evitar la formación de los mohos.
  • Equipa el WC de invitados/as con un lavamanos con sensor.
  • En el caso de velas perfumadas y artículos de limpieza de muebles, alfombras y cortinas, asegúrate de utilizar productos testados.

En estas circunstancias:

Crea tu propia «arca» en casa para el beneficio de tu regeneración y fortalecimiento de tu constitución física.

Además, me gustaría recomendar lo siguiente:

  • El miedo y el pánico te enferman. Por lo tanto, reduce tu consumo de medios de comunicación en este tema a lo necesario.
  • Muestra caridad: anima a tu vecindario y ayuda si puedes, por ejemplo, para hacer las compras, llamar por teléfono, pedir prestado material de lectura,…
  • La primavera nos ayuda maravillosamente a fortalecer el cuerpo, la mente y el alma. Camina, recarga tus baterías con vitamina D con el sol de primavera y recoge sus primeras vitaminas, tales como ajo silvestre, hojas de diente de león fresco o berros.

En última instancia, la humanidad globalizada puede aprender mucho de esta pandemia, como por ejemplo el amor al prójimo y la solidaridad, centrándose en lo esencial y creando estructuras económicas regionales sostenibles.

Las 25 Pautas de la Bioconstrucción muestran muy bien lo que se puede hacer en este sentido en torno a la construcción y la vivienda. ¡Mantente bien!

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